La función de la saliva en la salud bucodental | Dentinos Skip to main content

Más allá de ser un simple fluido que humedece la boca, la saliva juega un papel fundamental en el mantenimiento de una salud bucodental óptima. 

A menudo subestimada, esta sustancia incolora y sin sabor alberga un sinfín de propiedades que la convierten en un verdadero tesoro líquido para nuestros dientes y encías. 

En este artículo, exploraremos a fondo el fascinante mundo de la saliva, desvelando sus funciones esenciales y cómo contribuye a una sonrisa sana y radiante. Descubriremos cómo la saliva actúa como un escudo protector, combatiendo bacterias, neutralizando ácidos y remineralizando el esmalte dental. 

Además, analizaremos la relación entre la producción de saliva y la salud bucodental, y cómo algunos factores, como la deshidratación o ciertos medicamentos, pueden afectar su flujo y poner en riesgo la salud oral. 

Funciones esenciales de la saliva

La saliva es un orquestador maestro que dirige una sinfonía de funciones esenciales para mantener una salud bucodental óptima. Su composición única, rica en agua, enzimas y proteínas, la convierte en una herramienta invaluable para la protección y el mantenimiento de nuestros dientes, encías y tejidos orales. A continuación, detallamos algunas de las funciones esenciales de la saliva

Defensa contra las bacterias

La saliva actúa como una barrera protectora contra las bacterias dañinas que habitan en la boca. Contiene sustancias antimicrobianas como la lisozima y las inmunoglobulinas, que combaten activamente las bacterias y previenen infecciones. 

Neutralización de ácidos

La boca es un ambiente ácido debido a la presencia de bacterias y la descomposición de los alimentos. La saliva, gracias a sus propiedades alcalinizantes, neutraliza estos ácidos, protegiendo el esmalte dental de la erosión y la caries. 

Remineralización del esmalte

El esmalte dental, la capa protectora externa de los dientes, está constantemente expuesto a desafíos que pueden desmineralizarlo y hacerlo vulnerable a las caries. La saliva contiene iones de calcio y fosfato, esenciales para el proceso de remineralización, que repara y fortalece el esmalte dental, manteniendo su integridad y previniendo la formación de caries. 

Lubricación y facilitación de la masticación y la deglución

La saliva actúa como un lubricante natural que humedece la boca, facilitando la masticación de los alimentos y la deglución. Esto no solo hace que comer sea más placentero, sino que también ayuda a mezclar los alimentos con las enzimas digestivas, iniciando el proceso de digestión. 

Mantenimiento de la salud de las encías

La saliva no solo protege los dientes, sino también las encías, los tejidos blandos que los rodean. Su flujo constante irriga las encías, aportándoles oxígeno y nutrientes esenciales para su salud. Además, la saliva ayuda a eliminar las células muertas y los restos de comida que pueden acumularse entre los dientes y las encías, previniendo la inflamación y las enfermedades gingivales. 

Contribución al sentido del gusto

La saliva juega un papel crucial en la percepción del sabor. Los componentes de la saliva disuelven las moléculas de sabor de los alimentos, permitiéndoles llegar a los receptores gustativos en la lengua. Sin saliva, el sentido del gusto se vería drásticamente reducido. 

Protección contra la sequedad bucal

La saliva mantiene la boca húmeda y previene la sequedad bucal, una condición incómoda que puede provocar agrietamiento de los labios, dificultad para hablar y mayor riesgo de caries. 

Relación entre la cantidad de saliva y la salud bucodental

La producción adecuada de saliva es fundamental para mantener una salud bucodental óptima. 

  • Escudo protector debilitado: una reducción en la producción de saliva implica una disminución en la defensa contra las bacterias, aumentando el riesgo de formación de placa dental, caries y enfermedades de las encías. 
  • Mayor riesgo de acidez: la saliva neutraliza los ácidos en la boca. Si su flujo disminuye, la acidez aumenta, erosionando el esmalte dental y haciéndolo más vulnerable a las caries. 
  • Sequedad bucal: la falta de saliva provoca sequedad en la boca, lo que genera molestias como agrietamiento de labios, dificultad para hablar y mayor riesgo de infecciones. 
  • Dificultad para tragar: la saliva facilita la deglución de los alimentos. Su escasez puede dificultar este proceso, especialmente en personas mayores o con problemas de salud. 

Factores que afecta la producción de saliva

La producción de saliva, esencial para mantener una boca sana, puede verse afectada por diversos factores: Algunos de los más comunes son: 

Deshidratación

La deshidratación, causada por la ingesta insuficiente de líquidos o la pérdida excesiva de ellos, es una de las principales causas de la xerostomía o sequedad bucal. Cuando el cuerpo no tiene suficiente agua, las glándulas salivales no pueden producir la cantidad adecuada de saliva, lo que provoca una sensación de sequedad en la boca. 

Medicamentos

Ciertos medicamentos, como antidepresivos, antihistamínicos, analgésicos y medicamentos para la presión arterial, pueden tener como efecto secundario la disminución de la producción de saliva. Si está tomando algún medicamento y experimenta sequedad bucal, consulte con su médico para ver si el medicamento podría ser la causa. 

Enfermedades 

Algunas enfermedades, como el síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune que afecta las glándulas salivales y las lágrimas, puede provocar xerostomía. Otras enfermedades como la diabetes, la fibrosis quística y el VIH también pueden afectar la producción de saliva

Edad

Con la edad, la producción de saliva tiende a disminuir naturalmente. Esto se debe a que las glándulas salivales se vuelven menos activas con el tiempo. 

Estrés 

El estrés puede provocar xerostomía temporal, ya que el cuerpo desvía el flujo sanguíneo hacia otras áreas. Si se siente estresado con frecuencia, intente técnicas de relajación como la respiración profunda o el yoga para ayudar a reducir los niveles de estrés. 

Tabaquismo y consumo de alcohol 

El tabaquismo y el alcohol son dos de los principales enemigos de la salud bucodental. Además de sus efectos nocivos sobre los dientes y las encías, disminuyen la producción de saliva, empeorando los problemas de sequedad bucal. 

Radioterapia y quimioterapia 

La radioterapia en la cabeza y el cuello y la quimioterapia pueden dañar las glándulas salivales y provocar xerostomía temporal o permanente. 

Trastornos neurológicos

Algunos trastornos neurológicos, como el accidente cerebrovascular y la enfermedad de Parkinson, pueden afectar los nervios que controlan las glándulas salivales, lo que puede provocar xerostomía. 

¿Qué podemos hacer para mantener un flujo salival adecuado?

  • Beber suficiente agua: es fundamental beber agua a lo largo del día, incluso si no se siente sed, para mantener el cuerpo hidratado y estimular la producción de saliva. 
  • Masticar chicle sin azúcar: masticar chicle sin azúcar estimula la producción de saliva de forma natural, aumentando el flujo y humedeciendo la boca. 
  • Evitar el tabaco y el alcohol: reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol es crucial para proteger la salud bucodental en general y prevenir la sequedad bucal. 
  • Utilizar lubricantes orales: en caso de sequedad bucal severa, el dentista puede recomendar el uso de lubricantes orales en forma de geles, sprays o enjuagues bucales para mantener la humedad en la boca. 
  • Visitar al dentista regularmente: es importante realizar revisiones dentales periódicas para detectar y tratar cualquier problema de salud bucodental, incluyendo la sequedad bucal. 

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