¿Encías blancas? Conoce los posibles tratamientos Skip to main content

Las encías blancas son una señal de alerta que no debe pasarse por alto. Aunque muchas personas asocian la salud de las encías exclusivamente con el sangrado o la inflamación, el cambio de color también puede indicar que algo no va bien. Unas encías sanas deben tener un tono rosado, firmeza y no presentar molestias. Cuando las encías se vuelven blanquecinas, puede deberse a diversos factores, algunos de ellos leves, pero otros más graves que requieren atención odontológica urgente.

En este artículo abordamos en profundidad qué significan las encías blancas, cuáles son sus causas más comunes, qué síntomas pueden acompañarlas, cómo se tratan y qué hacer para prevenirlas.

¿Qué son las encías blancas?

El término encías blancas hace referencia a un cambio anómalo en la coloración natural del tejido gingival. En lugar de presentar el habitual tono rosado o coral, las encías se tornan blancas o blanquecinas, ya sea de forma localizada (en una zona concreta) o generalizada (en toda la encía).

Este cambio puede estar asociado a una disminución del flujo sanguíneo, una lesión, una infección o una reacción ante agentes externos. En cualquier caso, no es un síntoma que deba ignorarse, ya que puede ser la manifestación de un problema bucal o sistémico más serio.

Principales causas de las encías blancas

Las encías blancas pueden deberse a múltiples factores. A continuación, repasamos las causas más frecuentes:

Aftas o ulceras bucales

Las aftas son lesiones pequeñas, redondeadas y blanquecinas que pueden aparecer en las encías, especialmente en personas con estrés, bajada de defensas o deficiencias nutricionales. Aunque suelen ser benignas, pueden generar molestias al hablar o masticar.

Leucoplasia

La leucoplasia es una afección en la que se forman placas blancas en las encías o en otras zonas de la mucosa oral. A menudo está asociada al consumo de tabaco o a la irritación crónica. Aunque muchas veces es inofensiva, algunas lesiones pueden tener potencial maligno, por lo que deben ser evaluadas por un dentista.

Infecciones por hongos (candidiasis oral)

Las infecciones por Candida albicans pueden provocar encías blancas con aspecto algodonoso o similar a la leche cortada. Es más común en personas con sistema inmunitario debilitado, en pacientes que usan prótesis o tras tratamientos antibióticos prolongados.

Gingivitis ulcerativa necrosante

Se trata de una forma agresiva de enfermedad periodontal que, además de inflamación y sangrado, puede provocar necrosis del tejido gingival, dejando zonas blancas o grises. Es una condición seria que requiere tratamiento inmediato.

Traumatismo o quemaduras

Un mordisco accidental, la fricción de una prótesis mal ajustada o incluso una bebida demasiado caliente pueden producir lesiones que dejan encías blancas en la zona afectada, como parte del proceso de cicatrización.

Anemia

La falta de hierro, vitamina B12 o ácido fólico puede reducir el aporte sanguíneo a los tejidos, provocando encías blancas o muy pálidas. En estos casos, el cambio de color puede acompañarse de fatiga, debilidad o mareos.

Cáncer oral

En casos muy poco frecuentes, las encías blancas pueden ser una manifestación de carcinoma oral, especialmente si la lesión no desaparece, crece o presenta bordes irregulares. Ante cualquier sospecha, es esencial consultar al odontólogo.

Síntomas que pueden acompañar a las encías blancas

Además del cambio de coloración, las encías blancas pueden presentarse junto con otros síntomas que ayudan a determinar la causa subyacente: 

  • Dolor o escozor en la zona afectada. 
  • Inflamación localizada o generalizada. 
  • Sangrado al cepillarse. 
  • Presencia de llagas o úlceras. 
  • Sensación de ardor o quemazón. 
  • Dificultad para comer o hablar. 

Si las encías blancas persisten más de una semana o se acompañan de alguno de estos signos, es importante acudir al dentista para una valoración profesional. 

Diagnóstico de las encías blancas

Para determinar la causa exacta de las encías blancas, el odontólogo realizará una exploración clínica detallada de la cavidad oral. En algunos casos, puede ser necesario: 

  • Un raspado de la lesión para análisis en el laboratorio (biopsia). 
  • Pruebas de sangre para descartar anemia o deficiencias nutricionales. 
  • Cultivos para detectar infecciones por hongos. 
  • Revisión del historial médico y hábitos del paciente. 

Cuanto antes se detecte el origen, más eficaz será el tratamiento y menores serán las posibles complicaciones. 

Tratamiento para encías blancas

El tratamiento dependerá directamente de la causa que las provoca. Algunas de las opciones más habituales incluyen: 

Tratamiento local

  • Enjuagues con clorhexidina para controlar la proliferación bacteriana. 
  • Aplicación tópica de antifúngicos si hay infección por hongos. 
  • Anestésicos locales para aliviar molestias en casos de aftas o úlceras. 

Tratamiento médico

  • Suplementos de hierro, vitamina B12 o ácido fólico si hay deficiencias nutricionales. 
  • Antibióticos o antifúngicos por vía oral en infecciones más severas. 
  • Cirugía menor para extirpar lesiones sospechosas o biopsiar áreas preocupantes. 

Cambios de hábitos

  • Abandono del tabaco y reducción del consumo de alcohol. 
  • Ajuste de prótesis o tratamiento de ortodoncia si hay fricción crónica. 

El seguimiento odontológico será clave para evaluar la evolución de las lesiones y evitar recurrencias. 

¿Cuándo debes preocuparte por las encías blancas?

Aunque no todas las encías blancas indican un problema grave, hay ciertas señales que deben ponerte en alerta:

  • La lesión no mejora en una o dos semanas. 
  • Las encías blancas están acompañadas de dolor, sangrado o mal olor. 
  • La mancha crece o cambia de forma. 
  • Tienes antecedentes de cáncer oral o eres fumador habitual. 
  • Las encías blancas se extienden a otras zonas de la boca. 

En todos estos casos, lo mejor es acudir a una clínica dental de confianza para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. 

Prevención de las encías blancas

Adoptar buenos hábitos puede reducir el riesgo de sufrir encías blancas y otros problemas gingivales. Algunas recomendaciones clave:

  • Cepíllate los dientes tres veces al día con pasta fluorada. 
  • No fumes ni consumas alcohol en exceso. 
  • Sigue una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales. 
  • Realiza visitas periódicas al dentista, al menos una vez al año. 
  • Mantén tus prótesis limpias y bien ajustadas. 

La prevención sigue siendo la mejor herramienta para conservar unas encías sanas y rosadas.

Las encías blancas son un signo clínico que nunca debe pasarse por alto. Aunque en muchos casos se deben a factores leves como aftas o irritaciones, también pueden ser el indicio de infecciones, deficiencias nutricionales o incluso lesiones malignas. Por ello, es fundamental observar cualquier cambio en el color, textura o aspecto de las encías y acudir al dentista ante la mínima sospecha.

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