La lengua, un órgano muscular situado en la cavidad oral, va mucho más allá de ser simplemente una estructura en nuestra boca. Juega un papel polifacético en nuestra vida diaria y en nuestra salud en general. A lo largo de este artículo, profundizaremos en su complejidad, examinando sus diversas partes y las funciones fundamentales que desempeña en nuestra rutina diaria.
Además de permitirnos saborear los alimentos y articular palabras y sonidos, tiene un papel crucial en nuestra salud oral y puede actuar como un indicador valioso de nuestro bienestar general. Descubriremos cómo esta estructura aparentemente simple es en realidad un componente integral de nuestro sistema de salud bucodental y cómo su cuidado adecuado es fundamental para mantener una boca sana y un cuerpo saludable en su totalidad.
¿Cuáles son las partes de la lengua?
El esqueleto de la lengua consiste en el hueso hioides, la membrana hioglosa y el septum medio, donde se encuentran los músculos linguales que posibilitan su movimiento.
Esta es una estructura osteofibrosa revestida de mucosa que facilita diversos procesos, incluida la deglución.
Podemos identificar cinco partes distintas en la anatomía de la lengua:
- Cara superior: es la superficie superior de la lengua donde se encuentran las papilas gustativas. Aquí se detectan los sabores y se manipulan los alimentos durante la masticación y la deglución.
- Cara inferior: es la superficie inferior de la lengua que descansa sobre el suelo de la boca. Esta área es importante en la articulación del habla y en la manipulación de los alimentos durante la deglución.
- Bordes linguales: son los costados laterales de la lengua. Contiene papilas gustativas y ayudan en la manipulación de los alimentos durante la masticación y la deglución.
- Base de la lengua: es la parte posterior y más ancha de la lengua que se extiende hacia la garganta. La base de la lengua está conectada a la faringe y desempeña un papel crucial en la deglución y en la producción de ciertos sonidos durante el habla.
- Punto o vértice: es la parte frontal y puntiaguda de la lengua. La punta de la lengua es importante en la percepción de los sabores y en la articulación precisa de ciertos sonidos del habla.
¿Cuáles son las funciones de la lengua?
La lengua desempeña una variedad de funciones esenciales en el cuerpo humano, siendo un órgano vital tanto para la salud bucal como para la comunicación y el proceso digestivo. A continuación, se detallan sus funciones principales:
- Articulación del habla: la lengua es fundamental en la producción de sonidos durante el habla. Junto con otros órganos del habla, como los labios, los dientes y el paladar, la lengua modula el flujo de aire para formar sonidos específicos que componen el lenguaje humano. Su flexibilidad y capacidad de movimiento permiten crear una amplia gama de sonidos y palabras.
- Percepción del sabor: la lengua alberga numerosas papilas gustativas que detectan los diferentes sabores presentes en los alimentos. Estas papilas transmiten la información sensorial al cerebro, permitiéndonos experimentar sabores como dulce, salado, ácido y amargo.
- Participación en la masticación: durante el proceso de masticación, la lengua ayuda a mover los alimentos dentro de la cavidad oral y a mezclarlos con la saliva. Este movimiento facilita la trituración de los alimentos y su preparación para la deglución.
- Intervención en la deglución: la lengua desempeña un papel crucial en el proceso de deglución al empujar el bolo alimenticio hacia la parte posterior de la boca y hacia la faringe. Este movimiento coordinado asegura que los alimentos sean tragados de manera segura y pasen por la garganta hacia el esófago.
Trastornos y patologías que presentan síntomas en la lengua
Los trastornos y patologías que afectan la lengua pueden manifestarse de diversas formas, desde cambios en su apariencia hasta síntomas que afectan su funcionalidad.
- Glositis: se refiere a la inflamación de la lengua, que puede ser causada por diversas condiciones, como infecciones, deficiencias nutricionales o reacciones alérgicas. Los síntomas comunes incluyen dolor, sensibilidad, enrojecimiento y aumento de tamaño de la lengua.
- Leucoplasia: se caracteriza por la aparición de manchas blancas en la lengua, que pueden ser benignas o indicar un riesgo de cáncer oral. Esta condición está asociada con el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la irritación crónica de la mucosa oral.
- Candidiasis oral: también conocida como muguet, es una infección por hongos que puede afectar la lengua, causando manchas blancas cremosas en la superficie. Ocurre con mayor frecuencia en personas con sistemas inmunológicos debilitados o que toman ciertos medicamentos, como antibióticos.
- Lengua geográfica: es una condición benigna en la que aparecen áreas irregulares y rojas en la lengua, que pueden cambiar de forma y tamaño con el tiempo. Aunque no causa síntomas graves, puede provocar sensibilidad o ardor en la lengua.
- Síndrome de la lengua ardiente: se caracteriza por una sensación de ardor o dolor en la lengua, a menudo sin una causa identificable. Puede ser una condición crónica y debilitante que afecta la calidad de vida de quienes la padecen.
- Cáncer oral: en etapas avanzadas, el cáncer oral puede manifestarse con síntomas en la lengua, como úlceras persistentes, bultos, dolor o dificultad para mover la lengua. El diagnóstico temprano es crucial para un tratamiento exitoso.
¿Cómo cuidar la lengua correctamente?
Cuidar adecuadamente la lengua es fundamental para mantener una buena salud bucal y general. Aquí hay algunas pautas sobre cómo hacerlo:
- Cepillado diario: al igual que los dientes, la lengua también acumula bacterias y residuos de alimentos. Por lo tanto, es importante cepillar suavemente la lengua cada vez que te cepilles los dientes. Puedes utilizar un cepillo de dientes con cerdas suaves o un limpiador de lengua específico para eliminar las bacterias y los restos de comida.
- Limpieza de la lengua: además del cepillado, es útil limpiar la lengua con un limpiador de lengua o con el reverso del cepillo de dientes. Esto ayuda a eliminar las bacterias y los residuos que se acumulan en la superficie de la lengua y pueden causar mal aliento.
- Hidratación: mantenerse hidratado es importante para la salud de la lengua y la mucosa oral en general. Bebe suficiente agua durante el día para mantener la boca húmeda y prevenir la sequedad bucal, lo que puede contribuir a problemas como el mal aliento y la irritación de la lengua.
- Evitar el tabaco y el alcohol: el tabaco y el alcohol pueden tener efectos negativos en la salud bucal, incluida la lengua. El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades de las encías, cáncer oral y otros problemas bucales. Evitar o reducir el consumo de estos productos puede ayudar a mantener la lengua y la boca en buen estado.
- Visitas regulares al dentista: programar revisiones dentales periódicas es importante para detectar y tratar cualquier problema bucal, incluidos los relacionados con la lengua, en etapas tempranas. Tu dentista puede proporcionarte consejos personalizados sobre cómo cuidar tu lengua y mantener una buena salud bucal en general.